Hola
Olinguitos y Olinguitas, hoy os traemos un cuento muy chulo sobre el arcoíris,
y… ¿sabeis lo mejor? Lo hemos inventado nosotras.
Con
este cuento se pretende trabajar los fenómenos meteorológicos, además de los
colores del arcoíris, los números, y sobre todo trasmitir a los niños la
curiosidad que tiene el protagonista del cuento… ¡¡¡Esperamos que os guste
muchiiisiiiimo!!!
COMENZAMOS…
¿Dónde está el arcoíris?
Hola,
me llamo Mateo, ¿y tú? Te voy a contar lo que me pasó un día en el colegio, mi
profesora, Marisa, nos contó que el arcoíris tiene muchos colores, exactamente,
seis, como los días de la semana, que está siempre en el cielo, yo no conocía el
arcoíris y nunca lo había visto, pero me puse a dibujarlo, como lo hacían el
resto de mis compañeros. Primero…el color violeta, luego el añil, azul, verde,
amarillo, naranja y por último, el rojo. Llegué a cosa y quería saber que era
el arcoíris, para qué servía, por qué estaba en el cielo, por qué tenía tantos
colores… así que me puse a pensar.
Era
una tarde lluviosa, pero por una esquina del cielo se veía el sol… ¡Yo nunca había visto eso! Cuando llueve
siempre llevo paraguas para no mojarme, pero nunca había sol y lluvia a la vez.
Después
de ver llover mucho, de contar los charcos que las gotas iban haciendo desde la
ventana y, de escuchar y ver los truenos y relámpagos, Mateo encontró algo
maravilloso en el cielo… ¡¡¡siii!!! ¡¡Eran líneas de colores!! ¡¡Habíaa un
montón de colores!!
- ¡Mamáááá, mamááá! En el
cielo han dibujado líneas de colores, es el arcoíris, le gríte.
La
mama fue sorprendida a la habitación de mateo y le preguntó
- ¿Qué pasa? ¿Por qué gritas?
- Acabo de ver el arcoíris
en una esquinita del cielo, le contesto Mateo Su
madre se asomó a la venta, pero el arcoíris ya no estaba.
- Mateo, ¿Dónde está el arcoíris? ¿Dónde lo has visto?
Mateo
se asomó asustado y le dijo
- ¡pero si estaba ahí! ¿Dónde
ha ido?
Se
puso a buscarlo por todo el cielo muy preocupado pero el arcoíris ya había
desaparecido y Mateo se puso muy triste.
- Mateo, no te
preocupes, le dijo su mama, cuando vuelva a llover y salga el sol, lo volverás
a ver.
Ese
fin de semana, el tiempo mejoró, y Mateo se fue con sus padres de excursión a
la Cola de Caballo, que está en el Valle
de Ordesa. Ahí había una gran cascada y de repente… ¡Mateo volvió a ver el arcoíris!
Mateo
quería cogerlo, lo intentó de todas las maneras posibles: se estiró, saltó,
hasta se subió a lo alto de una piedra pero… aunque tocaba el agua con las
manos, el arcoíris no podía cogerlo. Seguía ahí en lo alto de la casada.
- ¡Papá, mamá! ¿Por qué
no puedo coger el arcoíris? ¡Mirarlo! ¡Está ahí!
- Mateo, el arcoíris sólo
es un reflejo. Aparece cuando los rayos del sol reflejan en el agua, por eso no
puedes cogerlo, le dijo su padre.
Su
madre lo tranquilizó diciéndole
- Mateo, aunque no
puedas cogerlo, siempre lo puedes volver a ver. Además, ¿sabes que lo puedes
ver también en las pompas de jabón?
Mateo
tenía muchas ganas de llegar a casa y coger su pompero, para salir al jardín y
volver a ver el arcoíris. Cuando llego a casa se puso a hacer pompas y… ¿Sabéis
lo que paso? ¡Volvió a salir el arcoíris con sus colores!
Desde
aquel día, Mateo veía el arcoíris en todas partes, en sus CDs de canciones
favoritas, en las pompas, en los cristales cuando su madre los limpiaba… pero
nunca lo veía cuando era de noche porque no estaba la luz del sol.
Cuando
volvió al colegio, Mateo explicó a sus amigos que había visto muchos arcoíris.
- Vaya, nosotros
también lo vimos el otro día, y solo había uno!
Mateo
insistió en que él lo había visto en más sitios, no solo en el cielo. Sus amigos no se lo creían y volvieron a
decir.
- Pero mateo, ¿cómo
puede ser eso?
Mateo
les explicó que las gotas de agua son como un espejo, al que se le llama
prisma, cuando los rayos de luz pasan por las gotas, la luz se convierte en
siete colores: los colores del arcoíris.
¿Os
ha gustado? Espero si, ponerlo en los comentarios, ya sabéis que nos encanta
que lo hagáis. ¡¡¡Un besooo enorme!!! de las Olinguitas María y Alejandra
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